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jueves, 12 de marzo de 2020

Preparándose para plantar árboles…



No es la primera vez que me meto en estas zarandajas, pero sí puedo decir que lo hago con ilusión, como lo he hecho anteriormente en repetidas ocasiones. Pero es que plantar árboles es además de un reto, una cosa extraordinariamente buena y positiva. 

Recuerdo aquella de Kandi donde teníamos anacardos y que hoy puedo ver en internet, cómo los árboles que plantamos entonces hoy son de un porte considerable. Recuerdo el mismo esfuerzo que hicimos estando en Cinkansé y cuántos viveros hicimos en los pueblos y ahora, Ramón, el secre del ayuntamiento de Arnuero me ha dicho si puedo plantar árboles… Y a cualquier cosa que me propongan que crea que vale la pena, y esta es una que vale mucho la pena, he respondido afirmativamente. 

Estoy en período de preparación, pero me lo estoy tomando en serio y a conciencia. He contactado diferentes escuelas y llevo en cartera otras consultas. Espero que plantemos varios miles de árboles… Y que sólo sea el comienzo. 

Esta semana me he pasado por las aulas de la escuela secundaria y he hablado con ayuda de los profesores de agricultura, a los alumnos de preparar el terreno. Hoy lo he hecho en seis clases durante cuarenta minutos en cada una. Vamos a preparar las bolsas de plástico, aquí se recicla, pues se usan bolsas de plástico que tienen medio litro de agua y, una vez consumida el agua, se tiran… 

A partir de ahora, se juntan y cada alumno preparará la bolsa, pondrá compost en ella y buena tierra y lo organizaremos para que casa clase, guiados por su profesor, puedan tener un espacio cerca del pozo para que no sea difícil el riego. 

Tenemos tiempo de prepararlo, pues vamos a comenzar a poner las semillas en las bolsas al principio de mayo. Hacerlo antes es costoso y poco práctico, pues en mayo comienza a llover de vez en cuando y no hay que regar el vivero cada día… Y dos meses es tiempo suficiente para que las semillas crezcan y consigan el grado de madurez adecuado para el trasplante. 

He comenzado a hablarles de hacer compost. Los maestros me siguen ilusionados. Luego sigo con sugerencias de semillas y, aunque pueden preparar las que ellos quieran, yo les he dicho que les puedo proporcionar dos frutales concretos, de los que hace tiempo que estoy reuniendo semillas. 

Uno es la papaya y el otro la moringa. La papaya, que llaman el árbol farmacia es algo tan conocido aquí como las manzanas por ahí, pero con una característica muy interesante, que plantas ahora la semilla y en unos siete meses puedes estar comiendo los frutos… Me parece un árbol frutal muy interesante, pues tiene muchos beneficios y los alumnos aquí lo tienen asumido que es facilísimo plantar y rápido tener los frutos. 

El otro, la moringa, es menos popular, no menos conocido, pues hay árboles de moringa por todas partes, pero la realidad es que no lo utilizan regularmente y cuando les dices que es la carne vegetal. Cosa que por aquí no es normal comer regularmente, comienzan a interesarse y hacer preguntas sobre el tema. 

Estamos al lado del mar y el pescado es cosa que entra en la dieta diaria de la población, pero la carne es otra cosa. No hay animales y se toma carne de tarde en tarde, con lo que la moringa es un aporte muy interesante para todos y cada uno. 

Hoy estuve en seis clases diferentes hablando del tema y acabé cansado y con poca voz, pero contento de ver las reacciones de los alumnos y profesores y con ganas de seguir, pues tengo otras escuelas que me esperan. 

También he hecho alusión a las abejas como agentes productores de miel y polinizadores, algo que la mayoría desconocían y les he animado a no tener miedo de las abejas que pican, sino a pensar en lo beneficiosas que son por la miel y el trabajo que hacen en agricultura. 

Mientras les daba los buenos días, alguien me sacó unas cuantas fotos, testimonio de que estamos en la brecha y disfrutando ya de lo que vamos a plantar. 

He visto a profes y alumnos muy motivados y pienso en los miles de plantas que vamos a plantar y en disfrutar de sus frutos y pensar que acabamos de comenzar algo que puede ir mucho más lejos de lo que podamos imaginar. 

Soñar es posible y en educación o sueñas o tienes poco campo de reacción. Dentro de unos cuantos meses espero poder hablar de frutos obtenidos… Será la mejor prueba de que nuestro sueño ha llegado a hacerse realidad. Esperemos que aquí y así sea. 

Lungi, 12-3-20











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