Y la luz vino, un poco más tarde de medianoche, se encendieron las luces y pudimos leer las noticias y enviar y recibir correos.
Antonio va a rezar a Mattru y viene de vuelta con los alumnos. Por lo menos el viaje les sirve para algo a los que lo tendrían que hacer a pie.
Preparamos fotocopias para ayudar a hacer el examen de conciencia en la catequesis que estamos preparando para diversos pueblos y Antonio visita a los que están trabajando en el pozo en la finca de Towama. Les ha costado, pero van haciendo lo que pueden.
En Mattru, mientras Samuel trabaja con los monaguillos y luego les hace catecismo, Antonio visita varias casas y reza, con un anciano que tiene serios problemas de asma en particular. Y aquí también es muy necesario el catecismo…
Estamos sin luz, pero eso n o n os impide el poder cenar con una cierta parsimonia y disfrutando de una agradable conversación, pensando en particular en lo que podmos ir haciendo con jóvenes del movimiento misionero en la próxima reunión y también en los pueblos.
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