Vistas de página en total

viernes, 31 de agosto de 2018

31 de Agosto de 2018

Viernes


Nos levantamos con luz y la adoración y los laudes son del ordinario de cada día. Vienen algunos menos que otros días, imagino que el frescor hace que se peguen las sábanas, o la estera, que es lo que se usa por aquí.

Voy a decir misa a la otra parroquia y también hay menos asistencia que los otros días. Al final de la misa les recuerdo su falta de palabra de ayer y alguno se disculpa.

Visito a los maestros en los exámenes y les digo que les espero cuando acaben para juntos ir a los pueblos y vengo a casa y escribo correos y otras cosas hasta que es la hora de comer. Creo haber enviado algo que hace tiempo quería hacer, un correo para dar las gracias a todos en general y a cada uno en particular por la amabilidad y disponibilidad que todos manifiestan hacia mí.

Ha habido un retiro para las mujeres en la parroquia y estoy un buen rato confesando en la iglesia. Intento ver las cosas en positivo y hacer que quien venga a confesarse, se vaya con una sonrisa y eso sin ser la penitencia.

Cuando después de comer me dispongo a echarme un rato de siesta, resulta que los maestros se presentan y se colgó la siesta, pero a cambio tuvimos un rato de reunión en el que compartimos muchas cosas interesantes y al mismo tiempo intento motivar a todos y cada uno en el trabajo que están haciendo.

Vienen los argentinos y me van a hacer preguntas sobre el proyecto de las moringas. Veo que es para llevar un control en los objetivos y fijar calendario.

Después de la entrevista, los maestros me están esperando y juntos vamos  a sus pueblos. Estoy en Lembema donde les animo a preparar la tierra para poder plantar las moringas y luego en Balei donde saludo al maestro retirado que está enfermo y también me doy una vuelta por el terreno de la escuela, hay árboles con necesidad de que se limpien las malas hierbas y han comenzado una fosa con compost y les felicito.

En el camino me he encontrado con un conocido que se ha apuntado a venir conmigo y le agradezco la compañía y la conversación, además de las noticias que me da del pueblo.

Vuelvo a casa cansado  y sudoroso y una ducha antes de la oración regenera y descansa. Después de cenar leo las noticias, veo algunos correos que han respondido y hago la crónica entre otras cosas.
Final de mes y agradecemos a Don Bosco el estar cercano a nosotros, además de la presencia maternal de María.

No hay comentarios:

Publicar un comentario