Después del desayuno nos proponemos ir a la escuela de Balei,
pero nos llaman para llevar a la rehabilitación al padre de Paul, lo que hace
que Antonio se quede y vaya sólo Samuel.
Le da tiempo a hacer una de las
pruebas y la otra será para mañana. Maestros y alumnos están en su sitio y
siguen el trabajo con interés.
Antonio lleva al padre de Paul al hospital y en el
camino de vuelta se encuentra con la poli que están haciendo controles
rutinarios, dicho sea claro, que buscan sacar dinero a la gente… La corrupción
es algo tan de cada día que parece que a nadie le extraña el que lo hagan y de
una forma tan descarada.
Por la tarde tenemos reunión de
comunidad y tratamos de ver el plan de lo que nos queda del mes y luego vamos a
ver a la familia que nos prepara la comida de los domingos por la noche, para
agradecerles el trabajo que por nosotros hacen.
Hemos tenido luz durante el día, pero al oscurecer,
cuando de verdad nos hace falta, nos abandona y tenemos que encender el
generador.
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