Samuel va por la mañana a rezar a la uni y hay tres
chicas, lo que nos hace pensar en la forma de organizarnos para ver la manera de
hacer que esta oración funcione mejor de lo que lo hace hasta ahora.
Es la fiesta del fin del mes del ayuno de los musulmanes
y hay muchas tiendas cerradas y el mercado está desierto. Hay muchos grupos de
niños que se pasean vestidos de fiesta alegrando la calle con su
algarabía.
Samuel no se siente bien y se queda en casa, el
paludismo sigue estando presente y la fiebre alta le hace permanecer acostado.
Antonio va con la señora Cecilia primero a buscar a las parejas a Balei y
Nagoyon y luego a Cassama, donde hoy hemos sido más de veinticinco en la
reunión, lo que nos hace ver que estamos saliendo del nivel de grupito pequeño
para convertirnos en el grupo grande y estable de parejas que empieza a
funcionar y tiene vida propia y son conscientes de la nueva situación que se
crea.
En Gabalehun se había programado un encuentro de fútbol
con los críos de varios grupos y pueblos y como Samuel no ha podido venir las
cosas le han tocado al maestro, quien ha tenido serios problemas de orden, pues
los chavales estaban más dispuestos a la pelea que al juego. Después de la
tormenta, tratamos de calmar los espíritus y ver de hacer las cosas mejor para
la próxima vez.
La vuelta a
casa es sin novedad, que no es poco, con el estado en que se están poniendo los
caminos con la lluvia. Samuel está más animado después de haber tomado las
medicinas.
Estamos sin luz.
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