Toda la noche ha estado lloviendo y
salimos de casa con lluvia, lo que hace que los caminos sean difíciles de
transitar.
Antonio va a Nagoyon donde hay una cuarentena de
personas, Tikonko, donde no pasan de la docena y Towama, donde la lluvia acaba
amainando y también hay menos gente que de ordinario. Y es que con la lluvia, se
quedan en casa. Samuel ha ido a Mattru y ha tenido la misma experiencia, no
llegan a la veintena los que han venido. Es algo que parece una costumbre
adquirida, que pensamos que irá cambiando con el tiempo y nuestra
insistencia.
Por la tarde vamos a ver a la señora Cecilia, que tiene
una infección en la boca y está acompañada de algunas visitas. Luego vamos a ver
a la madre de Agustín, un salesiano, la cual nos da un plato para la cena y en
casa rezamos el rosario y luego, a la luz de las velas, hacemos un rato de
adoración en la capilla.
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