Como me toca ir a Nagoyon me levanto
pronto. Por la noche vino la luz y dejé el ordenador con el coreo en marcha y
se ha producido el milagro, pues había más de cuarenta correos con fotos y
todos han salido. No me lo esperaba.
En Nagoyon hoy hay menos gente y se
quejan de que hay algunos que se cansan del trabajo. Animo a los que están a
seguir trabajando y en la vuelta veo que el vehículo tiene problemas en la
aceleración. Paso por donde el mecánico y quedamos de que verá de cambiar la
pieza que está gastada, pero para eso le lleva todo el día, lo que no me impide
salir y ver lo que pasa en la ciudad y seguir los diferentes asuntos, pues los
de los pozos siguen con el problema y tratamos de encontrar una solución,
Andreas me promeió llamarme y no lo ha hecho. Hablo también con Jorge, el
director de Fambul y nos ponemos de acuerdo en varios temas que nos conciernen.
Seguimos esperando el contenedor y
sigo contactando con los carpinteros para ver que estén presentes cuando llegue
para poder descargarle. También hablo un rato con Christian que va a ir de
vacaciones y a renovar el pasaporte y con Joseph sobre temas de la parroquia.
Al final el día se acaba y no parece que he movido mucho, pero he preparado los
pasos para mejor hacer las cosas mañana.
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