Viernes
Samuel y Donald van a rezar con los jóvenes universitarios mientras se prepara una considerable tormenta que les pilla a la vuelta a casa. Hay agua para todos y entra con el viento por todos los sitios. Pasada la tormenta vuelve la calma y la vida comienza de nuevo.
Viene el profesor de mende y Antonio se pasa con él bastante más de una hora. Las cosas van saliendo, en especial la lectura del texto. Uba va al banco y vuelve de vacío. El pintor va a Tikonko, pues hay que pintar unos títulos en la capilla.
Por la tarde Antonio va a Cassama, donde encuentra poca gente, de las parejas en particular y le prometen tomarlo en serio para la semana que viene. El camino se va deteriorando a cada lluvia que cae.
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