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jueves, 9 de noviembre de 2017

9 de Noviembre de 2017

Jueves

Salgo por la mañana temprano y ya he quedado de encontrarme con Coco en Mile 91, pues él va a estar allí. Nos encontramos durante una hora, charlamos y nos ponemos de acuerdo con respecto a los trabajadores que pueda utilizar de su equipo, además de otras cosas que tenemos a medias.
Sigo el camino y a pesar de varios intentos de conexión, no logro contactar con Joseph. Espero que llegue de vacaciones y se incorpore al trabajo sin novedad.
En Lungi descanso un rato y Paul nos lleva a Larry y a mí al aeropuerto. Me llama la atención la cantidad de gente que les conocen en el aeropuerto y cómo eso abre paso sin ninguna complicación.
En el aeropuerto estamos esperando largamente. El vuelo llega más de una hora tarde, pero llega. Es una compañía nigeriana a medio camino entre el “low cost” y los servicios regulares. No hay asientos numerados, tampoco hay demasiados viajeros, lo que nos permite ocupar una cómoda posición en el centro del avión. El climatizador está tan subido que me pillo un buen catarro, pues además me quedé dormido y cuando desperté sentí el frío del catarro… También es todo  lo lento que se puede uno imaginar. Hicimos escala en Ghana. Creía que habíamos llegado, pues era la hora de llegar a Lagos… Paciencia y a ver cuando llegamos. Hicimos le recorrido que faltaba y llegamos a Nigeria. Ningún problema, todo perfecto, pero salimos y los que tenían que venir a buscarnos no están. Amablemente alguien nos brinda el teléfono, una llamada y nos prometen que vienen, pero hay atascos y las cosas se retrasan. Finalmente llegan y vamos al parking… Uno del tipo de los que conocemos en los aeropuertos, pero con un pequeño inconveniente… Todos quieren salir al mismo tiempo y hay vehículos que llegan por seis sitios diferentes para acabar en un cuello de botella de uno solo… Solo estuvimos esperando para salir de allí tres cuartos de hora. No quiero imaginar si un día hay un problema de incendio o algo parecido…
Finalmente llegamos a casa, eran las doce de la noche. La llegada del vuelo era para las siete menos cuarto…

Me paso la noche durmiendo y sudando y el catarro en su apogeo.

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