La mañana es tranquila. Se prepara lo que se va a hacer por la tarde. Donald va a Towama y ayuda en la organización del viacrucis que la gente ha preparado y que buscan tener un cura con ellos… Pero este año no ha sido posible. Por la tarde, cuando les acompaña se sienten encantados.
Antonio va con la madre de Daniel a Cassama, donde la gente les dice que no les esperaban, que pensaban que estaríamos de vacaciones. El viernes pasado hubo toque de queda y no pudimos visitarles, y una semana sin venir, hace pensar cualquier cosa. Hay gente que ha ido a sus labores, puesto que por la mañana se reunieron y pensaron que no vendríamos… Por lo menos con los que están, intentamos explicar lo que es el viernes santo y el viacrucis que se suele hacer tradicionalmente en este día. Nos prometen estar para el viernes que viene.
En Valehun las cosas son diferentes. Cuando llegamos están finalizando las estaciones del viacrucis que han comenzado varios kilómetros antes del pueblo y nos unimos a ellos. Les felicito por la iniciativa y les animo a seguir haciendo la oración que hacen regularmente por la mañana. Concluimos con una oración y la bendición y les advierto que el domingo, primero de mes, nos encontraremos para celebrar la resurrección de Jesús y me prometen que lo prepararán a conciencia.
La vuelta a casa es animada por el rezo del rosario, hoy varios misterios en lengua local, pues hay quien no entiende inglés en el vehículo.
En casa seguimos sin luz y encendemos un rato el grupo electrógeno, lo que nos permite enviar y recibir algunos correos y leer las noticias y nos acompaña una buena lluvia con cierto aparato eléctrico que sigue hasta la media noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario