Hoy digo la misa en casa. La realidad es que se ha programado una fiesta de despedida a los curas que estuvieron aquí antes que nosotros y les acompaño en la celebración. Han participado tres, uno que ha tenido un problema de salud y está medio paralizado, otro que hoy está en otra parroquia y el tercero que es capellán militar y está en uno de los campamentos que hay alrededor de la ciudad. Ha sido algo alegre y la fiesta de despedida ha querido manifestar el afecto que la gente tiene por los que han estado antes que nosotros. Creo que ha estado bien y los curas se han sentido a gusto. Después de la misa han venido a comer con nosotros y hemos tenido ocasión de compartir unas cuantas cosas, entre ellas la subida del precio del carburante, lo que implicará una subida de precios en cadena que tendremos que prepararnos para vivir.
Tarde tranquila, leyendo y cuando se va la luz me aplico al libro electrónico.
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