Amanecemos con luz, lo que me permite hacer un aseo en condiciones y voy a rezar un rato a la capilla antes de ir a decir la misa en la parroquia de La Madonna, donde hay un buen número de gente.
En casa y después de desayunar hago limpieza y colada antes de la reunión del consejo parroquial. Hay presentaciones y saludos y una iniciativa para saber los que están bautizados y comulgan, que pongan al día su carné de católicos. Me parece interesante que sean ellos mismos quienes lo sugieren, pues son conscientes de que en este terreno las cosas no están nada claras con muchos.
Después de la comida y la siesta salgo para pueblos. La tarde da para mucho, pues desde las dos a las ocho que vuelvo, tengo reunión con los maestros, reunión con las parejas, catecismo en otro pueblo y llevar a su pueblo a algunos maestros, lo que hace que me encuentre cansado especialmente por lo malo del camino.
Con los maestros sigo en el trabajo de motivar y hoy han estado la mayoría, pero no han venido con su pareja más que uno, lo que me hace ver la necesidad de insistir por una parte y de tener paciencia por otra, que los frutos llegarán.
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