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domingo, 20 de noviembre de 2016

20 de Noviembre de 2016


Domingo

Hoy me toca ir a los pueblos y salgo temprano, lo que me permite estar con tiempo en el primer pueblo. Están rezando el rosario unos cuantos y se alegran de verme, lo mismo que yo con ellos. Van llegando otros más y la misa se puede comenzar antes de tiempo, pues ya están presentes antes de hora. La cosa es sencilla y les trato de explicar la fiesta que celebramos la contradicción de un rey crucificado y cómo Dios es capaz de hacer eso y hacerlo por nosotros.

En el segundo pueblo la gente va llegando, pero la mayoría lo hace tarde. Por lo menos hay un buen número y algunos críos pequeños para poder pensar en abrir el parvulario, idea que les habíamos sugerido, pero que por ahora aún no está madura, así que tocará esperar,

El camino sigue siendo complicado y llego al siguiente pueblo con tiempo para que me vean y vayan viniendo. Hoy no hay muchos y siguen los que llegan tarde, pero tengo paciencia y trato de no insistir en algo que tendrá que ir viniendo con el tiempo. El coro sigue con sus improvisaciones y aquí también habrá que trabajar para que las cosas cambien. A pesar de todo tengo una buena impresión de la gente y pienso que hay que tener paciencia, pero que se puede conseguir mucho de ellos.

En casa ya han comido y después de tomar un poco de arroz del que han traído en una de las cestas del domingo, duermo un rato, pues el calor y la humedad te hacen sentirte cansado.



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