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lunes, 23 de octubre de 2017

23 de Octubre de 2017

Lunes

Después de una noche relativamente tranquila amanecemos sin luz, como de costumbre y nos las apañamos como podemos. Después de la oración  voy a decir misa a Madonna. Me parece que hay un buen número, aunque son también muchos los que llegan tarde. A la salida hablo con unos y con otros, intercambiamos impresiones y vuelvo a casa donde me encuentro con el profe de legua local con quien trabajamos un rato sobre el evangelio del domingo que viene. Así tengo toda la semana para prepararme a conciencia y leer con soltura.

Después del desayuno salimos a visitar una escuela que nos falta, Gbalehun y nos acercamos hasta Cassama, el pueblo al lado del río Sewa al que solemos ir los viernes. En la escuela hay un buen número de alumnos y los profes están en su sitio. Les damos los caramelos y el balón y los reciben contentos.

Hoy en Cassama todos están en el campo, pero por lo menos saben que he vuelto. Y es que ahora visitar estos pueblos es complicado. Hay varios pasos en el camino que son difíciles, tanto los puentes como las cuestas y la gente está en su trabajo en las granjas.
A la vuelta tenemos viajeros, unos que vienen a Bo y otros que nos encontramos por el camino, hasta una serpiente escupidora hemos encontrado y un grupo de gente persiguiéndola. Creo que logró escapar con vida.

Por la tarde voy a la granja con el fontanero y participo en el rosario en Towama donde un grupo de personas no muy numeroso toma parte en casa de uno de los que no suelen venir a rezar a la iglesia.

Con la noche ya encima, vengo con leña para que el fontanero tenga algo que vender a la puerta de casa y  en casa con luz y poca conexión, intento enterarme de las noticias y responder a algunos correos. Hace calor y se suda con facilidad.

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