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sábado, 7 de octubre de 2017

7 de Octubre de 2017

Sábado

Para variar nos levantamos sin luz y con un cierto frescor, pues ha llovido durante la noche. La oración en la capilla es a la luz de la linterna y después en la misa con el generador. Celebramos la Virgen del Rosario y animamos a la gente a rezar por las casas el rosario.  Durante el día nos llega la noticia de que hay cables del tendido que se han quemado y que vamos a estar un tiempo sin luz…
Me tomo con tranquilidad la mañana saludando a unos y otros y preparando cosas ara la tarde y para mañana. Los otros están en reuniones y organizando actividades para la tarde que hay oratorio.
A veces hay sol y a veces amenaza lluvia. La ropa que he lavado tarda en secar, la humedad del ambiente es alta pero no hace mucho calor, aunque se suda.
La comida la hago solo, pues los otros están en reuniones y no han acabado a la hora. Después de la siesta me preparo para ir a los pueblos y las nubes tienen cara de descargar cuando menos te lo esperes. Por todos los sitios experimento la alegría del encuentro, desde la gasolinera al que me cambia dinero en la calle o los que se apuntan para el transporte a los pueblos, éstos con una sonrisa más prolongada.

Los caminos están bastante malos y te lleva tiempo el recorrerlos. El río está crecido, pero se puede pasar, aunque alguno de los que venían conmigo me hizo ver que cuando paso con el vehículo, parece como si fuera un tsunami que se esparce sobre la zona seca…

En el pueblo la alegría del encuentro se hace ver, empezando por los críos que me rodean y no me dejan avanzar un paso. Los adultos están en reunión de parejas y seguimos el guión como solemos hacer en otras reuniones. La verdad es que la alegría del encuentro nos hace salirnos del tema y al final acabamos hablando de cualquier cosa. Les digo que mañana vendré para la misa, pero lo haré por la tarde porque por la mañana quiero saludar a los de la parroquia.
Después de dar la vuelta por el pueblo para saludar a los musulmanes, vengo a Tikonko y nos juntamos para rezar el rosario en una casa, donde hay una mujer que se ha quedado ciega… Es de noche y veo muy poco y dudo que pueda hacer algo por ella. Por lo menos la oración con ella es el signo de que queremos estar cerca.

El camino para casa es largo y tortuoso con algunas gotas de lluvia, pero sin mayores problemas. Es casa me están esperando en el comedor, aunque ya han acabado de cenar y con el generador funcionando pongo las baterías a cargar, tengo dos linternas, el ordenador, el libro electrónico y la cámara… Espero tener todo cargado para cuando se acabe el combustible en el generador.
Hoy internet no toca. No hay forma de conectarse por lo débil de la conexión.


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