Amanece día lluvioso y gris. Jos con unos cuantos que vienen, se pasa la
mañana limpiando la casa de al lado en previsión de que haya salesianos que
vengan para las ordenaciones y el campamento juvenil.
Voy a pueblos pues quiero estar cerca de las parejas en
los últimos momentos que tengo con ellas. En el camino me encuentro con un
maestro de Balei y le llevo hasta su pueblo para así poder saludar a la pareja
que traje ayer. Ella está en la casa de al lado y él llegaba en ese momento del
campo. Les he prometido que mañana nos encontraremos en el pueblo para rezar
juntos.
En el pueblo donde toca la oración
hoy hay dos parejas que andan un poco por libre, pero que por lo menos ayer
estuvieron en misa. Hoy hemos estado en su pueblo, pero no les hemos visto.
Paciencia y esperar que las cosas vayan mejorando. Otras parejas intentarán
seguirlos y hacerles ver la importancia de rezar juntos y encontrarse con los
demás.
Lo mismo a la ida que a la vuelta he tenido viajeros y
en general están muy contentos, pues como amenaza lluvia en cualquier momento,
viajar es complicado, pues te puedes calar en poco tiempo y encontrar un
vehículo que te lleve es un gran alivio.
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