Jos se va pronto a Tikonko y yo me quedo en casa
limpiando insectos, pues ayer hubo invasión. Luego me voy a clase y el profesor,
que el miércoles tiene libre en la uni, se pasa la mañana conmigo. Me resulta
interesante aprender cosas de la cultura mende y él se siente a gusto
enseñándomelas. Nos dan las once pasadas y hemos hecho más de dos horas de
clase, pero él está muy contento y yo también de las cosas que me enseña, no
sólo de la lengua, sino también de costumbres y usos.
Alguien en un pueblo me había dicho que los mende no
tienen caballos. A mí se me hacía muy raro que un pueblo guerrero no tuviera
caballos. El profesor me ha hecho ver que hay una serie de apellidos mende que
tienen la componente de “caballo” en ellos, lo que indica la importancia que
estos animales tuvieron en otro tiempo. Hoy no he visto ninguno, pero la
realidad es que sí han existido en la cultura mende.
Por la tarde voy a los pueblos. Hoy toca Valehun y
cuando estoy a punto de llegar al pueblo, me encuentro al maestro José que viene
andando para ir al pueblo de su madre. Nos volvemos juntos y vamos a visitar un
nuevo pueblo, hoy es Casama. Está a siete kilómetros de Valehun y también está a
la orilla del río, que ahora va crecido.
Cuando llegamos nos reciben los críos y luego hay un
joven que viene a saludarnos. Resulta ser el hijo del jefe del pueblo, un
musulmán, que nos lleva a casa de un responsable de un grupo cristiano, no sé
muy bien el nombre del grupo. Estuvimos hablando un rato. Los dos muy amables
con nosotros y me llamó la atención el comentario que los dos hicieron. Después
de la guerra, ningún cura católico ha venido a vernos y los católicos que había
o se han ido de aquí o se han cambiado a otro grupo para rezar…
Cuando estaban los misioneros blancos, solían venir y
recorrer los pueblos. Desde que hay curas autóctonos, eso ya no se hace más… Yo
lo escucho y me quedo pensativo y me pregunto qué dosis de verdad hay en tales
apreciaciones.
De todas formas me invitan a volver, me preguntan qué
día pienso volver y me prometen buscar a los católicos que quieran reunirse
conmigo… Cosa que me resulta tan sorprendente como el comentario
anterior.
Les digo que intentaré volver el próximo miércoles,
pero, siempre que pueda, pues basta que haya una buena lluvia para que el camino
sea lo suficiente difícil como para no aventurarse, así que veremos a ver lo que
hay para la semana que viene.
Por lo menos he dado una vuelta por
una parte del pueblo, bastante activo y de tamaño más bien grande en comparación
con los otros pueblos de los alrededores; tiene escuelas, y dispensario, además
de otros servicios; he sacado unas cuantas fotos y he visto que la gente es
acogedora y amable, pues me han saludado respetuosamente y siempre estaban
abiertos y receptivos a nuestra palabra.
En Valehun hemos rezado una
veintena, la mitad adultos, y nos hemos vuelto para casa, rezando el rosario,
pues me ha acompañado como ayer, la madre de Daniel, que me ha dicho que está
dispuesta a venir a Casama a buscar a los católicos. En el rosario hemos pedido
por el pueblo y por sus habitantes, que el Señor les bendiga.
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