Hoy santo Tomás, pedimos de una
forma especial por los católicos de la India y pienso en particular en las
adoratrices que he conocido de la India y con las que he trabajado en Cinkassé.
Les he escrito felicitándolas, pero hoy no funciona la conexión. Veremos a ver
cuando sale el mensaje.
Hemos llevado el vehículo a cambiar el aceite y hay un
pequeño problema, una pieza que hay que cambiar, lo que nos hace tener una
cierta precaución en el uso, no sea que nos deje tirados en el camino, así que
esta tarde no he ido a los pueblos, pues no es imprescindible.
Al final de la mañana el obispo me
envía un mensaje diciendo que me puede recibir al mediodía. Le contesto que
estaré allí y para eso me monto en una moto-taxi que me llevará sin problemas a
través del centro de la ciudad.
Cuando monto hace sol y tengo que
utilizar el sombrero, pero inmediatamente las cosas cambian, el sol se nubla y
un par de minutos más tarde empieza a llover… El chófer de la moto, que no habla
una palabra de inglés, no sé cómo se las apaña, pero en cuanto empieza la lluvia
entra en un asubiadero, la visera de una gasolinera donde hay ya más de una
veintena de motos esperando a que pase el chaparrón. Para mí es la primera vez
que lo vivo, pero veo que para ellos es algo muy corriente y ya saben los sitios
a los que recurrir en estos casos.
Unos cuantos minutos más tarde, el chaparrón ha cesado,
salimos del refugio y seguimos camino hacia la casa del obispo y, antes de
llegar el sol brilla de nuevo y la lluvia por allí no ha caído. Ha sido una
tormenta local que ha durado unos minutos, lo suficiente para calarte si te
pilla al descubierto, pero que minutos más tarde ya se ha pasado
completamente.
El encuentro con el obispo es para
agradecerle la visita que hizo el otro día a los pueblos, para comunicarle la
alegría que la gente tiene de la visita que les ha hecho y para intercambiar
impresiones sobre el trabajo que se hace en los pueblos. Charlamos durante tres
cuartos de hora. Para mí es un contacto muy agradable y el obispo se muestra
agradecido a lo que se hace en los pueblos y nos anima a seguir en el trabajo.
Le ha llamado la atención positivamente el trabajo que se hace con los
matrimonios.
La vuelta a casa de nuevo en una
moto y esta vez sin problemas, me permite disfrutar de la comida que nos
preparan las mujeres del centro de pastoral, hoy arroz con salsa de cebolla y
pescado, y echar una buena siesta, pues anoche no dormí bien.
Por la tarde hay conexión a internet
a ratos, lo que me permite enviar unos cuantos mensajes, pero luego se atasca y
no hay forma de enviar más. Esperemos que con paciencia los mensajes acaben
saliendo.
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