Presido la misa en
ausencia de Uba y luego nos entretenemos en las faenas de la limpieza, los que
estamos más en forma. Después me voy a la misa-funeral por un cura que ha
fallecido. Es en la catedral y hoy, con tiempo suficiente, en lugar de coger una
moto, me doy un paseo contemplando el ambiente de la ciudad y el polvo del
harmatán.
La misa en la
catedral es larga y no hay mucha gente. Presidida por el obispo y acompañado por
un grupo de curas. El finado, de la diócesis de Freetown, es alguien que estuvo
muy metido en medios universitarios y es bien conocido aquí, pues la diócesis de
Bo se acaba de separar de la de Freetown hace sólo dos años, lo que hace que todos los curas de las dos se
conozcan y se hayan tratado de cerca.
Ayer
intenté llevarle una estatua de María Auxiliadora al obispo y no lo logré, pues
no había nadie en su casa para poder entregarla. Hoy, cuando nos saludamos a la
hora de la misa, me dijo que la
esperaba y, sin tardar, me fui a buscarla y se la entregué en mano. Se puso muy
contento con ella y me dijo que extendería su devoción. Yo le recordé que Don
Bosco, en cuyo mes estamos, nos había prometido ver milagros si extendemos su
devoción.
Hemos tenido la
luz durante el día, pero no hay conexión a internet. Ahora la luz se ha ido y
seguimos sin conexión. Por lo menos tenemos la luz del
grupo.
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