Mientras
estábamos rezando nos avisan de que el contenedor está ya en Bo. Acabamos la
oración y vamos hacia el sitio donde le vamos a descargar. El Centro de
Pastoral, donde la monja nos ha prestado un par de salas y allí podremos
acomodar lo que nos llega. En casa
no tenemos sitio.
Comenzamos
a las nueve en punto y a las cuatro todavía estábamos en el tajo, cansados y
contentos del trabajo realizado. El vehículo lo habían descargado en la capital
y allí se le harán los papeles; y el resto de las cosas llegaron aquí, muchas y
muy bien organizadas y todo llegó bien. Ahora nos queda el trabajo enorme de
clasificar y organizar todo para hacer que llegue a los que lo necesitan.
Esperemos ser efectivos y poder hacerlo lo antes
posible.
También pensamos
en tantas personas que desde diversas situaciones y circunstancias han
colaborado a que el contenedor sea una realidad y a todos y cada uno queremos
agradecer su colaboración y pedir para ellos las bendiciones del Señor en
nuestra oración de cada día.
Nos vamos
pronto a dormir, pues estamos cansados, lo cual no quiere decir que encontremos
el sueño rápido; hay veces que estás tan cansado que eso mismo te impide
conciliar el sueño… Lo mismo que nos pasa con la comunicación. Hoy no hay
conexión a internet y ya veremos a ver cuando podemos enviar la noticia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario