La vida sigue su
curso. Hacemos la limpieza, voy a hacer unas fotocopias y el presupuesto que
había encargado para el libro de oraciones, todavía no está acabado, así que
seguiremos siendo pacientes.
Seguimos
organizando las cosas del contenedor y, como Uba ha venido, también contamos con
el vehículo para desplazar cosas, algo muy a tener en cuenta, pues de otra forma
es imposible.
Han
pasado por aquí las hermanas Clarisas, con quienes pensamos compartir bastantes
cosas del contenedor, pues entre otros, ellas trabajan en la distribución de
víveres a los que están en cuarentena.
Se celebra
una misa por un señor que acaba de morir y es cooperante de nuestros vecinos, en
el orfanato de al lado y estamos presentes para
acompañarles.
Las
noticias del ébola parece que siguen buen camino, pues los casos siguen en
disminución. Esperemos que la tendencia dure.
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