Después de la
oración y el desayuno, y mientras otros tratan de hacer diferentes trabajos en
la casa, yo recibo al profe de lengua. Estamos trabajando más de dos horas y
media. Todavía no me siento a gusto con la espalda y me cuesta mantener la
posición sentado, pero el trabajar la lengua es tan interesante que se me pasa
el tiempo sin darme cuenta.
Uba está
atareado con cosas que trata de resolver con la conexión internet y los demás
cada uno a su asunto.
Después de comer duermo un rato y me levanto más restablecido, pero a la
hora de la novena sigo con los problemas de movilidad. Hoy la novena ha sido en
el exterior de la catedral, en un sitio de reunión y la asistencia menos
numerosa que los días anteriores, pero animada y familiar.
Tenemos pocos momentos en los que hay luz y la mayoría de las cosas en el
ordenador las hago cuando está funcionando el generador que nos ha venido en el
contenedor, una bendición en toda regla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario