Celebramos la fiesta de san Francisco de Sales en la oración de la mañana. Después hay un rato de limpieza y Peter, el coci se va a la capital, pues tiene asuntos que resolver. Yo preparo un buen rato la lectura de mañana en mende y Uba prepara la estatua de María Auxiliadora para llevarla a la iglesia a Tikonko.
Por la
tarde se lleva a la gente de la novena a Tikonko en varios viajes y se organiza
una procesión hacia la iglesia con un cuadro de la Virgen, donde nos espera la
estatua, pues como es de escayola, no permite transportes procesionales. Hay un
ciento de personas, bastantes críos, además de los jóvenes de la
novena.
Creemos
que es una buena forma de hacer presentar a María Auxiliadora en medio de la
gente y que todos vean la devoción que la tenemos.
Acabamos la cosa ya de noche
y la vuelta a casa es lenta, pues se hacen varios viajes para volver a los que
se llevaron. Estamos cenando a las diez, cansados y contentos del día y le damos
gracias a Dios por lo vivido.
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