El mes avanza
imparable. El día después amanece tranquilo y el harmatán comienza a disminuir.
Hoy hace mucho menos fresco que ayer y las cosas vuelven a su calor de cada día.
Hacemos la oración de la mañana y esperamos la llegada de Uba con la salesiana
adecentando la casa, pues había cosas del contenedor por todos
lados.
Cuando
llegan desayunamos. La monja que viene es Auxilia, provincial de las salesianas
de África del Oeste, alguien a quien conocí en Benín hace mucho tiempo. Se
organiza el viaje para que vea lo que tenemos entre manos y como proyecto y se
la lleva a todos los sitios que se puede. Por la mañana, antes de venir a casa,
ya han visitado al obispo, para saludarle y presentarle la posible
fundación.
El
recorrido es largo y vuelven a comer pasadas las dos. Después de un rato de
descanso, Uba parte de nuevo con la monja camino de Lungi, siempre que puedan
llegar, pues desplazarse no es fácil y hay que tener pases, cosa que tampoco es
fácil conseguir por ahora.
Hemos estado
todo el día sin luz y ahora funcionamos con el nuevo generador que nos ha
llegado en el contenedor. Por el momento las cosas van bien. Estamos sin
conexión a internet desde ayer y veremos a ver lo que dura.
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