23 de Abril de 2016

Sábado He dormido bastante mal. Ha habido lluvia abundante por la noche y, a pesar de que cuando llueve refresca, no he logrado dormir como esperaba. Después del desayuno hago la limpieza y la colada, además de preparar otras cosas para la tarde y seguir las celebraciones que hay en la iglesia, pues hoy hay un funeral y dos bodas. Espero que Joseph no acabe agotado, ya que el día en la iglesia va a ser largo. Seguimos con problemas de luz y de generador, pero el electricista viene y logra poner la cosa en marcha, lo que nos permite tener corriente y cargar baterías, además de conectarnos a internet. En la comida estamos los de casa y luego se unen los que han participado en una de las bodas. Es agradable ver a los curas que estuvieron aquí y que vuelven y se sienten en casa. La segunda boda tiene mucha más gente que la primera y los coches también están amontonados en el patio y nos dan problemas para salir. En los pueblos la situación es lo contrario de ayer. Las parejas son pocas, aunque siempre bien avenidas. Tengo que decir que en el pueblo están preparando el terreno para construir una casa, algo que se hace comunitariamente. Todos los hombres disponibles, en especial los jóvenes, están ayudando a quitar las raíces de los árboles en el terreno y esto se hace a mano, lo que ocasiona un trabajo inmenso y un cansancio muy considerable. Algunos de los que estaban en la reunión daban muestras de gran cansancio… Y en Tikonko el catecismo ni siquiera me decido a hacerlo, pues no están los que estaban la semana pasada. Pienso poner las cosas en claro mañana en la misa y ver si podemos seguir el catecismo y la fundación de una comunidad estable y con entidad en ella. Y también sé que la paciencia es algo a lo que me debo acostumbrar cada vez y que es el secreto del éxito. Joseph tiene encuentro con gente en una casa y en la cena estamos el resto de los salesianos y el generador se encarga de darnos la luz. La conexión es muy débil, pero por lo menos nos permite enterarnos de las noticias.