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domingo, 22 de mayo de 2016

22 de Mayo de 2016

Domingo

Antes de las cinco y media ya estoy en la calle y camino de Nagoyon. En Balei la gente está dispuesta y se llena el vehículo. La misa empieza antes de las siete, pero es que quince minutos antes ya están casi todos presentes en el lugar, y digo el lugar porque celebramos fuera de la iglesia, que es muy pequeña y estaríamos muy apretados.
En la fiesta de la Trinidad les hablo de Dios que vive como una familia y les animo a seguir en la experiencia de las parejas, que son el reflejo de la familia de Dios, algo que reconocen y ven bien clara la diferencia entre el concepto de familia en la tradición africana y lo que nos da la idea cristiana.
Tikonko es el sitio siguiente y hay algunos esperando. Rezan el rosario antes de que comience la misa y en la misa no somos muy largos porque el coro no está bien entrenado y hay cantos que no saben cantar.  Al final hablamos del catecismo, del pozo que se va a hacer pronto, de plantar árboles en el terreno y de la reunión que tendremos por la tarde.
En Towama hoy las cosas no están muy preparadas y además hay alguien que ha muerto, lo que hace que haya quienes no están presentes. Al final de la misa tenemos un rato de reunión con responsables de la construcción y otros grupos más que preparan sus fiestas. La cosa se alarga y la vuelta a casa es más tarde de la una.
Cuando llego como, echo un rato la siesta y de nuevo me pongo en ruta, pues tengo reunión con los líderes de las comunidades de los pueblos y quiero estar puntual.
El agua se hace presente en el camino, pero de forma intermitente. Hay sitios en los que llueve torrencialmente y otros en los que no llega. Durante la reunión estamos un par de veces atascados por el ruido de la lluvia en las chapas del techo que no nos deja oír nada de lo que intentamos hablar.
Me parece interesante el esfuerzo que hacen los líderes de los diferentes pueblos por estar presentes el intercambio de pareceres que tenemos. Les he propuesto una peregrinación con motivo del año de la misericordia, pero veo que no están muy acostumbrados a este tipo de eventos y dejamos la respuesta para cada comunidad que tomará la decisión oportuna y buscará la fecha conveniente.
La lluvia sigue, dejo Tikonko, vuelvo a Towama donde rezamos el rosario en familia, somos menos de una docena y luego, como el rosario aquí es a las seis, voy con Peter, que ha venido de Mattru y es su primera vez, le llevo a su pueblo y también allí rezo con ellos el rosario. Aquí hoy son muchos más, especialmente críos y pasan de los noventa.
En casa cenamos con luz y trato de venir a escribir la crónica, pues no quiero que se me acumulen días. Además tenemos luz y hay conexión, cosa que no sucede todos los días y hay que aprovechar.

Me siento cansado, pues salí pronto por la mañana y vuelvo tarde a la noche, pero creo que el día ha merecido la pena. El estar en contacto con la gente y el rezar con ellos me parece que es una oportunidad increíble de comunicarme y compartir la fe que juntos tratamos de vivir. Además, en las reuniones cada vez veo cómo aumenta su participación y las intervenciones que tienen me ayudan a tomar decisiones y compruebo que ellos se sienten también en su ambiente. Hoy hemos hablado, además de las cosas de la iglesia, de las escuelas, tema que tengo que tener muy presente, pues educar es un reto importante y la situación de la educación en el país no es de lo más brillante.

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