Es domingo y me toca ir a los pueblos. Me levanto temprano. Hay luz y el agua está fresquita. Me acompaña un catequista que ha estado comprando simiente para plantar en su campo y aprovecha el viaje.
En Nagoyon las cosas están preparadas cuando llego, antes de que sea de día y luego la gente va llegando con cierta calma, pero a la hora podemos comenzar. Hay más de un ciento de personas y los catecúmenos y sus padrinos están presentes. Hablo de ellos y del día de la paz y les animo a rezar a Dios desde el primer día del año y a pedirle su bendición.
También estamos en tratos, pues hay una iglesia a construir en el pueblo y he pedido reunirme con los que son los responsables de los diferentes sectores. Lo haremos el martes después de la misa. Escucharé propuestas y habrá por mi parte también proposiciones, en especial de colaboración en la construcción.
En Tikonko las cosas son diferentes, la gente llega, pero muy tarde. Trato de celebrar la misa con normalidad, pero al final pido que se pongan en pie los que estaban al comienzo… Los comentarios comienzan. Les dejo después de la misa en reunión para que traten de arreglar esos asuntos, pues con ellos los discutimos ayer.
En Towama las cosas están como la semana pasada, sin preparar; el coro ausente y a los lectores tampoco les veo. Cuando quedan unos minutos para el comienzo van apareciendo unos pocos. Hablo con el responsable de la comunidad y le digo que mantengo lo que les prometí la semana pasada. Si ellos no están, yo tampoco estoy. Me pareció que no se esperaban que iba a tomar tal decisión, pero cuando he visto que dos semanas están llegando tarde y no preparan las cosas, la tercera les digo que si no tienen las cosas preparadas y están presentes, que busquen quien les quiera aceptar de esa manera. Imagino que les hará pensar y tendrán la reacción que espero.
En casa me tomo un plato de arroz de la comida que nos traen el domingo y duermo un rato, pues me siento cansado y no creo que sea tanto del trabajo cuanto del polvo del camino y de los cambios de temperatura, por la noche hace fresco y por el día sudas, siendo fácil el coger un catarro.
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