Me voy a los pueblos pronto y celebramos la misa con un cierto interés al presentar la celebración como preparación para los que van a recibir sacramentos. Además de los críos, hay dos parejas que se van a casar y sólo uno de ellos está bautizado. Como el evangelio es largo y tengo dificultad para leerlo en lengua local, uso una versión que hay grabada y que por lo menos la gente comprende. Luego en el sermón explico el encuentro de Jesús con la samaritana y les invito a ser misioneros con los otros, aspecto bastante olvidado entre los locales de aquí y que quiero hacer resaltar.
Lo mismo pasa en Tikonko. Hoy hay menos gente, pero están más puntuales y les animo a tomarse las cosas en serio y pertenecer a Jesús no a ratos, sino darle nuestra vida entera.
Towama es el sitio siguiente. Bastante bien la presencia, aunque algunos llegan tarde, pero aquí no hay catecismo y es una de las preocupaciones que intento presentarles, que la comunidad en la que no se hace catecismo, no avanza y está en vía muerta. Escuchan con atención, pero reaccionan menos de lo que espero…
Después de comer, echo un rato la siesta y me despierta el teléfono, que vienen los albañiles para comenzar el trabajo de la iglesia en Nagoyon. Ya sé que tengo la tarde llena, pues hay que recibirlos, preparar lo necesario, hacer planes y comenzar el trabajo.
Llegan a las tres y lo primero que hago es darles un poco de arroz de la comida que nos traen el domingo. Después nos sentamos un rato y vemos lo que queremos hacer y lo que podemos necesitar y trato de aportar lo que tengo en casa al respecto, palas, picos, cubos, una cizalla… La tarde ha estado llena. Vuelvo a casa más de las ocho, cansado y contento de haber comenzado un trabajo que es un reto más en la relación con los pueblos y que es también obra de desarrollo.
Los del pozo han trabajado todo el día y me han dicho que mañana por la mañana las cosas van a estar dispuestas, la bomba instalada y que irán al pueblo que no tiene carretera y que necesitan porteadores. Ya les he dicho que hay gente dispuesta a hacer el trabajo. Manolo y Emilio han seguido el trabajo y ven con agrado que las cosas se van haciendo.
En casa tenemos luz, pero la conexión a internet es imposible.
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