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viernes, 24 de marzo de 2017

24 de Marzo de 2017

Viernes

Nos acordamos de María Auxiliadora por la mañana y damos su bendición en la misa. Hoy han venido un poco más numerosos que otros días. Con el generador en marcha intento lavar la ropa de las camas y veo que hay que hacerlo con más tiempo, pues hay piezas que están poco limpias. Lavando a mano algunas cosas se van. Las que quedan, espero que tengan más suerte la próxima vez.

Voy a buscar al equipo de grabación al hotel donde se hospedan y venimos a casa donde preparan unas entrevistas y luego se van con Sergej a una escuela y a la otra parroquia.

Me doy una vuelta por la ciudad y veo que la cosa está tranquila, lo que me permite apalabrar el que lleven los materiales que necesitamos para la construcción en un camión. Esperamos que sea hoy, a ser posible. Se va recuperando el ambiente de normalidad en la ciudad.

A la hora de la comida estamos los de la grabación, además de Sergej y yo. Christian está haciendo formas y Joseph tienen un funeral. Hay alguien que ha fallecido y le entierran con una cierta premura para lo que se lleva por aquí.

Sigo los pasos del camión y me aseguro de que las cosas van a su destino. Me encuentro con algunos de los responsables y hay gente para descargar el camión en Nagoyon, por lo que voy tranquilo a los pueblos. En Cassama no tienen prisa en venir y al final pocos somos, pero les explico con cierto detalle y paciencia lo que es la cuaresma y el mensaje de los evangelios de los diferentes domingos. Esperemos que la cosa mejore.

En el camino me encuentro a un hombre que espera una oportunidad de transporte. Tiene dos sacos de mandioca que pesan como hierro, de forma que él solo no los puede levantar. Le ayudo y se instala contento en el vehículo. Creo que este hoy también tuvo suerte.

En Gbalehun seguimos con la misma tónica, muchos más críos que adultos, y el comentario que hago es para recordar lo que se nos proponía al principio de la cuaresma y los mensajes de los evangelios de los diferentes domingos. Algunos se duermen… Y si han pasado el día en el campo, el cansancio vence a cualquiera.

Vuelvo para casa con el vehículo lleno de cosas y se desata la lluvia por suerte en el momento que todo está ya descargado y con la gente a techo. Podremos dormir esta noche sin sudar

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