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sábado, 25 de marzo de 2017

25 de Marzo de 2017

Sábado

Toca limpieza en la ciudad y la gente no se mueve. Voy a decir misa a Madonna porque Sergej ha ido a llevar a los de las grabaciones. Los que viven alrededor de la iglesia, que son bastantes, están presentes.

Cuando estoy preparando cosas de limpieza, una llamada del obispo me dice que hay una reunión en el centro de pastoral a las once… Le digo que estaré presente. Se trata de dar los pasos para crear una universidad católica en Bo. Ya ha habido alguna reunión antes y las cosas están adelantadas, pero hay mucho que compartir y decidir, lo que nos hace estar hasta más tarde de las tres. Me fastidia perder el ritmo de las reuniones de maestros y parejas, pero no puedo salir de donde me han llamado, así que espero hasta que acabamos. Me parece que es un trabajo serio y de mucha envergadura y creo que tengo que colaborar y aportar lo que pueda y lo que sepa, aunque sin renunciar a mis encuentros con maestros y parejas de los sábados por la tarde.

Cuando llego al sitio de reunión me esperan algunos, pues varios de los maestros no han venido, y ante opciones, tengo que ir a ver el pozo de Mojigbe que hace días que no le veo. Les dejo en la reunión y me llevan un trecho en una moto; el resto lo hago a pie, como todos los días lo hacen los demás. Han cambiado de sitio y han encontrado agua, aunque un poco más distante de lo que me gustaría, pero contento de que haya agua.

Seguirán con la tarea y me prometen que el lunes acabarán el trabajo y se desplazarán al siguiente sitio de trabajo. Veo que han hecho esfuerzos, que has sufrido en el trabajo y que al final hay agua, que es lo importante para el pueblo y me vuelvo a pie hacia la reunión de parejas. Me lleva veinticinco minutos el paseo y lo cuento para ver lo que la gente de este pueblo hace los domingos y los martes para venir a rezar a Nagoyon. Son de felicitar por lo que hacen, sólo pensando en el camino que tiene sus problemas, si además le añadimos que lo hacen en la oscuridad… Por algo les he ofrecido el agua…

La reunión acabada, hay un buen número de parejas y quedamos para la semana que viene. Tampoco tengo prisa en salir, pues sé lo que me voy a encontrar en Tikonko y tengo una reunión con los que trabajan en la construcción para aclarar cosas y responder a preguntas concretas. Veo que la semana de trabajo ha sido positiva y que las cosas avanzan. El camión que llegó ayer trajo las cosas, olvidó algunas y se quejaban del chófer, pero por lo menos el género está en destino y antes de lo que esperaba.

Tikonko responde lo mismo que en veces anteriores, pocos en el catecismo y no muchas esperanzas para mañana. Pienso en la manera de hacerles responder en serio, pero por ahora creo que es mejor esperar un tiempo.

Voy a visitar al jefe para recordarle el asunto de la madera para los pueblos que necesitan para los pupitres de las escuelas. Me promete que mañana estará en la reunión que tenemos en un pueblo, cosa que me agrada, pues la gente reacciona bien ante la autoridad.

Siempre hay gente para viajar y así estoy acompañado. En Towama ya han acabado el ensayo los del coro y no hay nadie con quien hablar. Mañana veremos lo que han hecho.


En casa no hay luz y, como además no he tenido siesta, me encuentro cansado, así que me voy a dormir, hasta que a altas horas de la mañana veo que ha vuelto la luz y hago las labores de limpieza que no hice por la mañana, leo un rato y vuelvo a dormir hasta la hora de levantarme.

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