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sábado, 17 de junio de 2017

17 de Junio de 2017

Sábado

Ha llovido mucho durante la noche y la sensación es de frescor, pero tenemos más de veinticinco grados en casa… Hay luz y resulta agradable levantarse y asearse viendo lo que se hace.

La oración y la misa, hoy con bastante gente, son las actividades de comienzo. Después del desayuno y un rato de limpiar la habitación, voy a rezar con los de la cárcel. Tengo la suerte de entrar sin problemas y la sorpresa de ver que lo que les dije la semana pasada ha surtido su efecto. Les invité a rezar por parejas y compartir como amigos. Hay una pareja que nos dice que han cambiado mucho en esta semana y que sobre todo están alegres, mientras que antes estaban tristes… Escucho y me alegro con ellos. Otros dos intervienen y dicen que las peleas que había cada día en el patio, han disminuido y esto de forma my sensible. Ellos han tenido una parte muy importante en este hecho. Les felicito de nuevo y animo a todos a que sigan en la labor. También les anuncio que el sábado próximo no vendré para que no me esperen, pero les animo a que sigan en el trabajo que han comenzado.

Hoy hay reunión del consejo parroquial y tengo una sensación my agradable de lo que se hace y lo que se trata, aunque también les animo a pensar en temas catequéticos y oracionales. Mi impresión es muy positiva y les felicito, en particular ante el problema de la avería del coche de la parroquia que han querido asumir el pagar lo que cuesta la reparación, una suma muy considerable para aquí.

Después de la comida y la siesta, me voy a los pueblos. Están trabajando en la construcción. Llueve con intermitencia y cuando para de llover, siguen su trabajo. Algunos maestros han venido, pero por la lluvia, llegan tarde y otros trabajan en la obra, así que me lo tomo con calma y leo un rato. Más tarde tenemos el encuentro de las parejas. Hay varios temas interesantes y lo que veo como especial es que ellos van tomando conciencia de su responsabilidad y la van asumiendo.

Cuando vuelvo me encuentro a Christian que ha venido de Freetown y Joseph está fuera, pues hay una velada de oración en una casa.

La temperatura ha disminuido y no se suda y la sensación de frescor se nota. El termómetro marca veintisiete grados.


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