Vistas de página en total

jueves, 8 de junio de 2017

8 de Junio de 2017

Jueves

Después de una noche que ha llovido y que, con la temperatura baja te permite descansar, me levanto con buenas sensaciones. Hago la gimnasia que suelo hacer y el aseo y me voy a Mattru, el pueblo de difícil definición. El grupito de siempre está presente y con ellos rezamos. Quiero ver al catequista y dejo recado a uno de los maestros, pero el día se ha pasado y no tengo señales de vida del catequista que es también jefe de los maestros de la escuela.

La vuelta es con estudiantes y gente que trae cosas para el mercado y en casa después del desayuno me paso la mañana en la iglesia rezando ante el Santísimo, pero no por ello dejo de recibir a quienes vienen a verme o a confesarse. También tengo tiempo para leer y preparar la homilía y lecturas de domingo y de diario, sobre todo ahora que tengo al profe de lengua, me entreno para leer el evangelio en lengua local.

Después de comer me doy una vuelta por el terreno en Towama. Allí me encuentro con el señor que limpia el interior y me dice que ha estado tres días en baja forma. Le doy un paquete con alimentos y se pone muy contento.

En Nagoyon los trabajos en la iglesia siguen. Están acabando el cincho de arriba y les quedan los piñones y comenzar con el techo. He visto las cosas. He tratado de poner la madera en buen orden de manera que seque y se ventile y me he venido para casa, pues tengo que decir la misa en Madonna y, como de costumbre, el jueves hay pocos en la cita.


En casa tenemos luz, pero la conexión a internet es pobrísima. Skype no hay forma de conectarse y lo que queda: paciencia e intentarlo más tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario