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sábado, 27 de octubre de 2018

27 de Octubre de 2018

Sábado


Sin luz y rezando con linternas. La gente está presente y hay cierto ambientillo. Después también hay confesiones.

Tras el desayuno me voy a la cárcel. Entrar no es problema hoy, hay unos pocos y otros llegan más tarde. El ambiente es bueno y me dejan todo el tiempo que quiero para estar con los presos.

Leemos el evangelio y les trato de hacer ver que es lo que se cumple en nuestra vida de forma normal. El ciego del evangelio, el que pedía limosna, se atreve a pedir un milagro a Jesús… Nosotros cuando vine la primera vez dije que no venía a traer dinero para hacer sonreír dos minutos, sino que venía para otra cosas, que se está cumpliendo, el ser amigos y poder sonreír.

Reconocen que es la verdad lo que les estoy contando y hay varios que vienen a dar testimonio de lo que están viviendo y de los que les han invitado a venir. El ambiente es agradable y me quedo un rato a rezar con ellos a través de los cantos de tipo carismático.

Vuelvo a casa y me encuentro con Paul durante un buen rato en la casa de los hermanos que está cerca de la nuestra. Hablamos de lo humano y lo divino y nos ponemos de acuerdo en bastantes temas .
En casa nos repartimos las misas y yo estaré en los pueblos, mientras que Paul vendrá a nuestra iglesia.

En los pueblos, la rutina de siempre, reunión de parejas, no mucha creatividad, pero por lo menos están que ya es algo y les anuncio el nuevo horario de misas, así como la reunión de mañana, último domingo de mes en Mattru.

En Tikonko aparece una pareja y quedamos de que nos traerán listas mañana. Me ha acompañado un carpintero y me promete empezar el trabajo con los bancos de la iglesia de Nagoyon en la semana.

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