Antes lo raro era no tener luz. Parecer que las cosas están cambiando y lo raro
es tenerla. Hoy ha venido hacia las tres de la tarde, cuando nos disponíamos a
partir para conocer un nuevo pueblo. Barlie.
La mañana se nos ha ido entre cambiar el
aceite del vehículo y conseguir unas estanterías para una estructura que nos ha
hecho el soldador y el calor y la alta de un ventilador a mano se hacen
sentir.
El vehículo que amablemente nos han prestado en Freetown ,
a la
espera de que nos llegue otra cosa.
Es muy bueno y agradable de conducir
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Después
de la siesta y la ducha, salimos hacia Tikonko que es el punto de referencia y
allí nos esperan la comitiva que nos acompañará al nuevo pueblo. Barlie. No está
muy lejos, menos de cinco kilómetros de Tikonko. El camino es regular, pero se
puede pasar, aunque hay sitios estrechos.
El
encuentro es muy interesante, pues resulta ser también la cabeza de unos cuantos
pueblos que tiene a su alrededor. Tiene una escuela primaria que tiene más de
ciento cincuenta alumnos, de los que hay en la reunión sesenta y cinco. Ya
habíamos percibido algo, pero nos vamos dando cuenta de que la cuestión escolar
es un problema serio en todo el país y aquí las cosas no son diferentes. Todavía
hay alumnos que no han vuelto a la escuela después de las vacaciones
…
Por lo
menos nos recibe un maestro jubilado, pero en funciones, que nos da una buena
impresión, pues ha preparado una serie de cosas y bastantes papeles, además de
ser el líder de la reunión.
Hay
presentes ciento treinta personas, de los que la mitad son los alumnos de la
escuela. Buen número de personas mayores, algunos jóvenes y críos pequeños. Las
presentaciones se llevan a cabo y venimos a los problemas de la escuela. Los
alumnos no vienen porque los profesores no están, porque tampoco se les paga.
Todo un circuito que habrá que tratar de resolver el cortocircuito que
tiene.
Además
del maestro jubilado, pero que sigue en funciones, hay dos maestros que pone el
pueblo y son los que el estado no paga y el pueblo, tampoco… por ello el
problema de motivación. Pensamos en ofrecerles alguna actividad a realizar en la
escuela y en el pueblo para que puedan recibir si no el dinero, sí víveres que
puedan comer y algo que puedan vender. Es la solución que hemos dado en otros
sitios. Veremos s… Nos parece que el plan puede funcionar, porque la gente es
generosa. Nos han dado muchos plátanos de diversas clases, además de ñames y
cocos y nos han preparado comida, signos claros de que la gente está dispuesta a
dar.
La
reunión ha sido en el camino, a la sombra de los árboles y después hemos ido
hasta la escuela que está cerca. No está mal como escuela y creemos que hablando
con los maestros se puede hacer algo bueno con los chavales. Hay terreno, se puede
cultivar. Se puede hacer un pozo en el terreno de la escuela… Pero todo se
andará. Lo primero es conocernos, rezar juntos y llegar a tenernos confianza
mutua y a eso se llega mediante el contacto y los encuentros de oración. Por lo
menos es mi experiencia en los pueblos anteriores en los que he
trabajado.
Hay otro
pueblo en el camino, un kilómetro antes ¿Ndaudabu? Que tiene una iglesia y manda
los niños a la escuela al otro pueblo y para rezar el domingo se reúnen uno en
un sito y el siguiente en el otro. También rezan con los críos por la mañana en
la escuela. Les hemos prometido venir un día cuando no nos esperen para
acompañarles en la oración. Los críos saben el padrenuestro y el avemaría en su
lengua, aunque muy pocos hablan inglés, lo que nos ratifica en la necesidad de
aprender la lengua local.
Camino de
casa estamos contentos y pensamos en lo que se puede ir haciendo. Lo primero
animar a los maestros en el trabajo con los críos y luego ver hasta donde están
dispuestos a trabajar. Que Dios nos ayude en nuestro trabajo con esta
gente.
En casa
tenemos luz, pero hoy no hay forma de conectarse a internet. Los otros días era
débil, pero hoy no hay conexión. Esperemos que mañana la haya.
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