De forma
inesperada nos ha llovido por la noche. Es algo a lo que no estamos
acostumbrados, pero siempre es bienvenida, pues refresca el ambiente y se puede
dormir mejor. Por la mañana se notaba poco el efecto de la lluvia, pues la
tierra estaba de nuevo casi seca.
Donald va temprano a buscar a la gente que van a limpiar en nuestra
finca, pero ha habido un malentendido y no estaban preparados, con lo que se ha
vuelto de vacío. Después están trayendo cosas del almacén del contenedor a casa
a fin de vaciar el local que nos han prestado en el centro de
pastoral.
Tengo mi clase correspondiente de lengua. El profesor siempre tan atento
y dispuesto a ayudar y la clase interesante porque me va abriendo a la
comprensión de una lengua nueva.
La misa al
final de la mañana, celebrada en honor de la Virgen de Lourdes y pidiendo por
los enfermos es un momento importante en la jornada. Después comida y
preparativos para la sesión con los niños del orfanato.
Al
atardecer vuelve Uba de su viaje a Lungi y después de cenar compartimos un rato
algunas noticias.
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