Después de la oración de la mañana
y el desayuno, algunos van a trabajar en el terreno de la granja, donde gente de
los pueblos está también colaborando en la limpieza. Yo tengo mi clase con el
profesor y tratamos de contactar con un cura que está jubilado, que por cierto
es tío del profesor, y que puede ayudarnos en la confección de un libro de
oraciones en lengua local. Mañana veremos lo que se puede
hacer.
También vienen a verme los de los
pozos con presupuestos y sugerencias con respecto al trabajo y la manera de
hacerlo. Les escucho y trato de concretar las propuestas que me hacen, además de
darme una vuelta por los diversos sitios que en la ciudad les proveen de las
cosas que necesitan para el trabajo en los pozos.
Después de comer y, como estamos
todos los componentes de la comunidad, tenemos reunión comunitaria. Es la
primera vez que nos encontramos y vamos viendo diferentes temas, desde la
presencia el mes que viene del provincial en el país, hasta los proyectos que
ahora mismo tenemos entre manos, pasando por las cosas que tenemos que tener
preparadas para cuando el provincial venga, entre otras la crónica y las
finanzas. Creo que es necesario reunirse y hacerlo con frecuencia para que todos
seamos conscientes de los diversos proyectos y tengamos la información que nos
permita sentirnos dentro de las diferentes actividades que se llevan a cabo en
los diferentes sectores.
Los críos del orfanato vienen y se
les atiende y se les da la cena. Hay un grupo de jóvenes del movimiento
misionero que está con nosotros y que son los que nos acompañan y nos secundan
con el trabajo de los huérfanos. Creemos que es una actividad muy interesante
para ellos y por eso les invitamos a participar.
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