Las
actividades siguen su curso. Los niños del orfanato vienen y se les atiende y se
les da de comer. Los niños de la calle se muestran mucho más cercanos que la
semana anterior y esperemos que la que viene las cosas sean aún más fáciles en
la relación entre ellos y nosotros.
Como no había oración de la mañana, pues la gente viene muy tarde del
encuentro con los niños de la calle y está muy cansada, me he decidido a ir a
rezar con un grupo de gente de Mattru que se juntan cada día a las seis de la
mañana… Ni se imaginaban que el cura pudiera llegar donde ellos. Cuando las dos
primeras mujeres que venían con linternas enfocaron el coche, fue tal su
sorpresa que casi gritaban… Está con nosotros el cura… Como era aún oscuro yo me
había puesto en una esquina y era difícil el que me vieran, pero el coche no le
pude ocultar y fue lo primero que vieron. Todos estaban muy contentos de mi
presencia y espero poder invitar a la comunidad a rezar con el grupito en el
tiempo de cuaresma.
Los que
han ido a los niños de la calle van amaneciendo y las experiencia ha sido muy
positiva para todos. Se han repartido comidas, pero lo importante es la relación
que se va estableciendo y de esto hablan muy positivamente.
Mi
profesor viene y tenemos la clase, no sin contratiempos, pues también otros
vienen a visitarme y con proposiciones, lo que nos hace la clase a saltos, pero
sigo contento con el trabajo del profe.
Después de comer vamos a ver el terreno de nuestra finca. Aún hay mucho
que limpiar y hay gente de un pueblo que se ofrecen para plantar alguna cosa en
él. Nos agrada la idea, pero pensamos que lo primero que hay que hacer es acabar
de limpiarlo y aún queda mucho trabajo por hacer.
Desde el terreno me voy directamente a los pueblos, hoy toca Cassama,
donde los asistentes se van recuperando después de un mes de enero sin estar con
ellos. Tenemos un rato de intercambio, después de la visita al río, donde hay
gente que está preparando redes de pescar. La relación que se va creando es de
confianza, y el que es pastor protestante, me ha dicho que le gustaría hacerse
católico. Le he dicho que está bien la idea, pero también que hay que tomarlo
con calma, que no se cambia de una cosa a otra de la noche a la mañana, que
podemos seguir viendo el tema durante tiempo y a medida que la comunidad entera
vaya evolucionando en su vivir la fe, podremos decidir sobre el
asunto.
En
Valehun les he pasado fotos con el ordenador. Son muchas de las que he sacado
durante mi estancia en el pueblo en muchas ocasiones. Les ha gustado y han
seguido el paso con interés, reconociendo a cada uno de los que aparecían y
haciendo comentarios variados.
La vuelta
a casa es un poco más tarde que ayer y ya están alrededor de la mesa. Rezamos y
cenamos, a la vez que comentamos unas y otras cosas y nos ponemos de acuerdo
para las misas del domingo. Uba me dice los pueblos a los que voy a
ir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario