Hoy hemos tenido ya la suerte de nuestra parte. Han entrado más de cuarenta
correos que esperaban desde el día dos. He logrado tras varios intentos enviar
los que tenía esperando y ahora, mientras funciona el grupo electrógeno y se va
cargando la batería del ordenador intentaré leer unos cuantos de los correos que
me han enviado y contestar los que pueda.
Esta
mañana dije misa en la parroquia de aquí cerca de casa. El párroco está enfermo
y nos pidieron si podíamos ir a decir misa. Experiencia interesante. Como no hay
luz, empezamos la misa a dos velas y con una linterna. Cuando al final ya había
amanecido, nos presentamos para que nos pudieran ver y que también nosotros
viéramos a la gente. Traté de que fuera algo familiar y cercano. Después, junto
con los feligreses, subimos a la casa del cura y le deseamos buen
restablecimiento.
El calor
sigue. He estado en el mercado y se aguantaba bien a la sombra; en casa ha
habido los treinta y cinco de costumbre… Y estamos al principio de la estación
cálida… Y pienso en el frío que están pasando por otros sitios… No sé si hasta
en esto el mundo está mal repartido… Dios sabe lo que hace y yo estoy muy
contento de poder soportar la situación, aun estando sin luz, lo que quiere
decir ni ventilador, ni frigo; pero contento de estar donde estoy y viviendo lo
que vivo.
He
estado estudiando un rato la lengua local y cuando he tenido entre las manos el
libro de oraciones, el misal y el Nuevo Testamento, me he dado cuenta de que no
es muy difícil, lo que me anima y espero que sin tardar mucho sea capaz de leer,
pues es una de las cosas que más te motivan, cuando puedes leer y comienzas a
entender lo que lees.
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