Una función tan simple
como completar el aire de las ruedas del vehículo es algo que resulta muy
interesante e instructivo para ver la habilidad que el personal tiene cuando se
trata de solucionar un problema.
Ya van varias veces que
tratamos de poner un poco más de aire en una rueda porque está un poco baja,
pero el hecho de conducir en la pista tampoco es mayor problema, pues si las
ruedas están un poco bajas, se salta menos en los constantes baches que
encuentras.
Hoy hemos tratado de
hacerlo en un sitio al lado de la pista, pero el compresor no funcionaba, así
que hemos ido a buscar otro mejor y lo hemos encontrado cerca de la torre del
reloj, la foto que sale en internet sobre Bo. Allí he ido siguiendo cada uno de
los pasos que los que reparan ruedas han ido haciendo y sacando fotos a los que
pude, pues muchos detalles nimios, pero muy elocuentes, se te escapan. Incluso
viendo las fotos, si no te explican lo que hacen se te pasan muchos detalles
desapercibidos.
Primero, arrancar el
motor del compresor es toda una ceremonia que requiere la mano de un artista.
Han comenzado dos a trastear con él, han dado varias veces cada uno enérgicas
vueltas a la manivela tratando de ponerle en marcha, pero no ha habido forma.
Finalmente aparece otro con una minúscula latita de tomate concentrado en la que
trae aceite y, una vez puesto el aceite, el motor se pone en marcha, emitiendo
una nube negra alrededor y produciendo al mismo tiempo un considerable
ruido.
Ya tenemos el motor en
marcha y el aire a punto. Ahora tenemos el problema de que la manguera es lo
justo para llegar desde el compresor a la calzada y no más, lo que requiere
cambiar el vehículo de postura, con todo lo que implica de molestias, pues
estamos en plena calzada, te tienes que dar la vuelta, hay poco espacio, vas a
incordiar a todo el que pase… Pero no importa, Jos ( el otro salesiano que está
conmigo), toma el volante y los del puesto le indican la maniobra a la vez que
van parando las motos que circulan.
Trata de poner el coche
a la distancia justa para que la manguera pueda llegar, pero ni por esas, tiene
que cambiar de sitio para la rueda de atrás una vez que han rellenado la de
adelante.
Y ahora queda la de
repuesto, que está detrás en la puerta del vehículo y a la que no se llega
porque la manguera del aire no es tan larga y hay que soltarla y ponerla a tiro
de la manguera.
La operación es
fatigosa, aflojar los varios tornillos lleva su tiempo y se necesita fuerza y
maña para la operación. Y lo mismo pasa una vez que la rueda tiene aire, hay que
volver a ponerla en su sitio, cosa que requiere fuerza, tiempo y habilidad. Pero
con todo eso cuentan y de todo son capaces esta gente.
No he dicho, pero es
detalle muy a tener en cuenta que no tienen aparato para medir la presión… El
método de controlar en la de repuesto es, el que sostiene la manguera del aire,
a medida que va pasando el tiempo, va dando ligeros, pero enérgicos, golpes con
la mano libre y así va sabiendo cómo anda la presión en cada rueda… No me parece
un método muy fiable, pero si aquí lo usan…
Tengo mi medidor de
presión para las ruedas y dudo si hacérselo ver porque me lo van a pedir… Pero
por otra parte tampoco pienso que lo pueda utilizar yo solo, ya que cuando
quitan la manguera del contacto con la rueda, el aire sale y se produce una nube
de polvo considerable de forma que hay que ser un manitas para poder parar el
desinfle y poner el tapón que pare la salida del aire a presión. Y además, luego
se trata de verificar si no hay fugas, para lo que ya tienen el método de mojar
el dedo en la saliva de la lengua y aplicarlo a la salida del aire de la rueda.
Si no se hincha y explora, quiere decir que está bien cerrado.
Para comprobar el
inflado de las ruedas del vehículo, mientras uno está sosteniendo la manguera
que lleva el aire, otro va dando golpes secos con el pie en la rueda que se está
llenando, hasta que le parece bastante y entonces se para la operación.
Otro detalle es el
volver la rueda de repuesto a su sitio y apretar los tornillos, ceremonia que se
lleva a cabo con la ayuda de unos y otros y que yo trato de fotografiar y tengo
dificultades, pues están trabajando de espaldas y no me dejan casi espacio para
ver de sacar algo en la foto.
Todo este trabajo de
fotografiar lo he ido haciendo con una cierta discreción, pero al final me
encuentro con el caballero que me quiere sacar la foto con su teléfono móvil
mientras estoy haciendo las fotos. Para ellos es una cosa normal que no tiene la
menor importancia y les llama la atención que un blanco se fije en eso que para
ellos es lo más corriente. Ni me inmuto y cuando le veo le dejo hacer y al final
hago lo mismo yo, también le saco a él al foto. Por cierto ha salido bien
sonriente. Al final nos damos la mano y… hasta la vista.
Todavía he tenido tiempo
de sacar una última foto, mientras Jos está pagando por el servicio. Las cuatro
ruedas del vehículo y la de repuesto no llega a tres euros.
Aumentando el aire en las ruedas... El compresor arranca y la nube de humo se extiende... Ver encima del compresor |
La manguera del aire llega justamente a la calzada |
La misma operación en la rueda de atrás, después de haber movido el coche... |
La misma operación, pero ahora después de haber dado vuelta el coche para que llegue la manguera... porque tampoco se puede entrar a donde está el compresor... |
... Está dando patadas rápidas y enérgicas para comprobar la presión de la rueda... Hace falta ser todo un artista para esto... |
Desmontando la rueda de repuesto, pues la manguera no llega hasta ella |
Comprobando la presión en la rueda de repuesto... |
Jos pagando el trabajo... |
El que me quería sacar la foto... Y a quien al final se la saqué yo... |
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