Jueves
Volvemos a casa. El viaje es agradable, pues el
asfalto está en buen estado y como hemos
salido pronto, no hay todavía mucho atasco en las calles de la ciudad. Nos paramos en milla 91 y
saludamos a las hermanas Clarisas que llevan un dispensario. Hay una española,
que es médico y una mejicana, además de una novicia y una postulante.
Llegamos a casa casi a la una y
comimos lo que habíamos comprado en el camino. El coci se fue, pues había estado
de guardián y por la tarde nos hemos dedicado a organizar ciertas cosas, cambiar
dinero, comprar carburante, conectarnos a internet, eso será mañana, si Dios
quiere, pues hoy no hay posibilidad.
Hace calor y se nota. Sudas, pero no
es insoportable, aunque sí pegajoso, pero hay que irse acostumbrando, pues esta
es una de las diferencias con el norte donde he estado hasta ahora. Aquí el harmatán no es tan intenso en polvo y
en falta de humedad, pero al ser más húmedo, sudas más y quizás eso se nota un
poco más, pues el sudor no se seca como cuando no hay humedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario