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sábado, 16 de diciembre de 2017

16 de Diciembre d e2017

Sábado

No tenemos luz, pero las linternas funcionan y rezo con interés pues el día va a ser intenso. Voy a rezar a la cárcel y les llevo unos ejemplares del Libro “Dios habla con sus hijos”. Les hace ilusión y el reverendo que se ocupa de la cuestión religiosa en la cárcel está encantado. Hoy ha estado todo el tiempo presente y ha visto que la cuestión de la amistad entre la gente sigue presente, algo que incluso a mí me ha sorprendido agradablemente, pues hay bastantes caras nuevas y todos me han señalado a alguno como su amigo. Es la táctica que utilizo para cambiar el ambiente de la cárcel, que cada uno tenga al menos un amigo con quien hablar y ayudarse

En casa tenemos reunión del consejo de la parroquia a las diez y lo hacemos en la iglesia con el Santísimo expuesto, para ambientar también otras reuniones que puedan tener y tratar de que también lo hagan en presencia del Santísimo.

Terminada la reunión hablo un momento con el responsable del consejo y quedamos de hablar más adelante. Voy a comer y echar un poco la siesta, pero no lo logro, pues tengo que hacer preparativos para los que se casan y llevarles la comida que les servirá para invitar a los amigos el día de la boda.

A todo esto ya me han traído el vehículo del garaje. Está como nuevo, limpio y de buen ver. Echo carburante y me voy a los pueblos donde lo primero recibo a los maestros. Tenemos un buen rato de intercambio de ideas y sobre el resultado de los exámenes y tratando de aclarar la situación de los que no han pasado, ver qué se les puede proponer.

La reunión de parejas le sigue. Hay el grupito de cada semana y las cosas se van aclarando hacia los que avanzan hacia la celebración del matrimonio. También escucho que las cosas les van bien a cada pareja. Después intento preparar algo para la ceremonia del viernes, pero las cosas no están listas, así que mejor esperar.

Vengo a Tikonko donde me están esperando el reducido grupito con algunos críos. Como me dicen que una de las mujeres está en casa un poco pachucha, vamos a reunirnos a la casa de la señora y hoy las cosas estaban un poco revueltas, pues mientras la señora enferma se quejaba del carácter vivo de su esposo, otras dos parejas hablaban de problemas de celos o infidelidades. Estuve largo rato escuchando quejas y justificaciones y al final, ya tarde, les dije que teníamos que venir al grupo no con problemas, sino con soluciones y en positivo y les invité a todos a rezar los unos por los otros.


Cansado del camino y del día, vuelco a casa donde estamos con la luz del generador, lo que me permite leer las noticias y conectarme con el correo.

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