Ayer los niños de la calle estuvieron puntuales a la cita. Las cosas se
van regularizando y hay algunos que vienen con asiduidad. Vuelven más tarde de
las cuatro.
Antonio va a Nyargorhun y a Balei para rezar y después tiene una reunión
de sensibilización con los equipos que van a trabajar en el pozo. Las cosas
están previstas que empiecen la semana que viene, pero hay que irlas preparando.
Pasa la mañana en el mercado buscando materiales y preparando el equipo
necesario.
Los niños del orfanato vienen y se les atiende lo mejor que se puede.
Donald reparte las raciones de los pobres, hoy va a más de treinta sitios y le
lleva más de cinco horas. Antonio y Samuel van a los pueblos, hoy Cassama y
Valehun. En el primero la gente ha vuelto a aparecer. Han explicado que con
motivo del ébola, se habían asustado y dejaron de venir, pero ahora piensan que
ya se ha pasado y quieren volver a empezar. La realidad es que hay más de una
treintena de hombres que están presentes y también aprovecho para hacerles ver
que tienen que rezar con sus mujeres. Hay una pareja que han comenzado a rezar
juntos y están entusiasmados con la experiencia y hablan con entusiasmo a los
demás. Esperemos que la semana que viene la cosa tenga continuidad.
En
casa seguimos sin luz y esperando a que vengan los que han ido a repartir los
víveres a los ancianos. Encendemos el generador y cenamos. Algunos están
bastante cansados y piensan en irse pronto a descansar.
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