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lunes, 19 de octubre de 2015

19 de Octubre de 2015


Lunes

Después del desayuno y un rato de estudio, voy a entregar la colecta de las misiones y a ver al cura que anda haciendo algo en un libro de oraciones en lengua local. Las cosas van lentas, pero por lo menos da esperanzas de que algo se pueda hacer. También veo al que me cambia dinero en la calle. Los precios están cambiando continuamente y se muestra desconcertado.

Después visito a los protestantes que trabajan en la lengua local y alguien me dice estar dispuesto a enseñarme lengua local con gramática. Nos ponemos de acuerdo y mañana empezaremos la experiencia. Esperemos que sea positiva.

En casa hace calor y no sabes donde meterte. La humedad se respira por todas partes. Las camisetas se mojan de sudor y cada día tienes de ocho a diez para lavar, pero aún así, esto me parece más llevadero que los calores que he vivido en anteriores sitios.

Por la tarde, seguimos en el mes de octubre, y acompaño a la gente de los pueblos en el rosario. Hoy he ido a Towama porque empiezan un rato antes y eso me permite seguir a otro pueblo, y he ido a Tikonko. Es los dos se nota el que no están muy acostumbrados a esta clase de rezo, en particular ir por las casas; pero cuando lo hacen todos están contentos, tanto los que van a rezar, como los de la casa en que se reza, y así esperemos que se vayan haciendo a la costumbre.

Hoy me ha acompañado un estudiante universitario que me ha dicho que quiere apuntarse a alguna actividad. Le ha gustado la experiencia y piensa volver a hacerla. 

Al acabar el rosario en Tikonko hemos ido a ver a la mujer de Thomas, uno de los que vienen regularmente a rezar con nosotros, con la intención de invitarla a participar en las reuniones de parejas… Cuando he estado en su casa, me he dado cuenta de que hay mucha tela aún que cortar antes de dar los pasos que pensaba. Thomas nunca me ha dicho una palabra de su mujer, aunque le he preguntado varias veces por ella. Hoy es ella la que me dice que es musulmana y que es Thomas quien la deja en casa y se va… Todo esto me lo traducen, pues ella no habla una palabra de inglés. Esperemos a ver cómo evolucionan las cosas. Por lo menos ahora sé donde está la casa de la mujer de Thomas y podré saludarla de cuando en cuando.

Esta mañana hubo conexión a internet durante un rato, pero el resto del día lo hemos pasado desconectados y en esas seguimos. Por lo menos hay luz que nos permite escribir y la lavadora centrifuga la ropa para que pueda secar más rápido en medio de la humedad.

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