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viernes, 30 de octubre de 2015

30 de Octubre de 2015

Viernes

   Temprano voy a rezar a la capilla. Después estudio un rato y voy a ver al profe de lengua local que me espera en la uni. Nos pasamos el rato viendo el esquema de los verbos en inglés que le he presentado y me promete tener algo parecido para el próximo encuentro que tengamos.
      Llamo a la señora Cecilia para ver si me acompaña como suele hacer otros viernes a Cassama, pero me dice que está ocupada, lo que me hace ir solo. El camino es largo y complicado, pero el pensar que me voy a encontrar con la gente que me espera, me anima en el recorrido.
      Ha habido una lluvia local bastante abundante y los efectos se hacen notar. Me lleva dos horas recorrer los veinticinco kilómetros que nos separan. No hay mucha gente, pues algunos están enfermos y otros participan en una ceremonia por un familiar difunto. Pero por lo menos los que están se alegran de verme, lo mismo que yo con ellos. La reunión de las parejas pasa sin grandes confidencias y esperando que la semana que viene seamos más numerosos.
      En la vuelta, cuando llego a  Gbalehun, la lluvia cae con cierta intensidad. Es de noche y busco donde están rezando, pues lo hacen por las casas. Hay un grupo que se cobija de la lluvia en la entrada de una casa y allí me junto con ellos y rezamos.
       Cuando terminamos ya ha dejado de llover y emprendo el camino de vuelta, pero siempre acompañado, porque hay gente que a pesar de la lluvia y la noche, sigue andando por los caminos y se alegran de que les lleve hasta el pueblo en el coche.

      En casa, después de cenar y rezar y leer un rato, me voy a dormir, que el esfuerzo del viaje se hace notar. Por lo menos tenemos luz.

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