Samuel va por la mañana a rezar con los estudiantes de la uni y luego
tenemos la misa juntos. Un rato de reunión nos ayuda a ver lo que vamos a hacer
durante el día y luego salimos juntos a llevar los sobres de la colecta del
domingo de misiones que nos han dado más tarde y a cambiar algo de dinero.
También pasamos por el supermercado, pero no hay género.
Se ha ido
la luz y hoy durante el día ya nos falta. A lo bueno nos acostumbramos pronto.
Vamos a saludar a la monja, sister Angela, que trabaja en la uni y desde allí
tenemos ánimos de ir a rezar el rosario en dos comunidades, pero una abundante
lluvia nos devuelve a casa, pues cuando llueve no suelen venir a rezar… Lo bueno
es que cuando venimos a casa por aquí apenas han caído unas gotas. Y ya tenemos
luz, pero no hay internet. Una abundante lluvia en varios momentos de la noche
nos acompaña y refresca el ambiente, lo que nos permite también un mejor
sueño.
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