Vistas de página en total

sábado, 31 de octubre de 2015

31 de Octubre de 2015

Sábado

    Último día del mes y memoria de D Bosco. Después de rezar hago un rato de limpieza, pues es el día en que también se hace en la ciudad y espero al profe de mende, que al final no se presenta. Por lo menos he estudiado un buen rato y he tenido tiempo para leer.
       El coci ha preparado unos plátanos fritos y, después de la siesta, salgo para la reunión con las parejas. Me encuentro con gente que me esperaba y vamos a saludar a dos de las parejas que están en la ciudad, uno porque está enfermo y la otra porque quien está enferma es la hija, que ya lleva una semana. Ambos se alegran mucho de la visita y juntos rezamos y les doy la bendición.
      La llegada al pueblo es un poco justa y ya ha gente que nos está esperando. La reunión de las parejas es una experiencia agradable y un momento en el que se comparte lo que se ha vivido durante la semana.
      Además de la reunión, voy a visitar a gente del pueblo. El jefe, que ha estado bastante enfermo, hoy se pasea por la calle y nos saludamos con gran alegría de que esté recuperado. Voy a ver a una de las chavalas que van a la escuela. Está tumbada en la estera con un serio paludismo y no se puede levantar. Rezamos un momento y seguimos visitando a otras personas. El cansancio del trabajo en las granjas es manifiesto.
        Además están preparando la función que van a tener esta noche, con motivo de los cuarenta días de la muerte de uno de los ancianos del pueblo. Es el musulmán que vivía solo y que murió durante mi estancia en vacaciones.
      La alegría, los preparativos para la fiesta, el cansancio por el trabajo, la enfermedad que afecta lo mismo a grandes que a pequeños, son realidades que se viven continuamente y juntas y a la vez; y es en este medio donde nos movemos y así es como nos encontramos con la gente en los pueblos, tratando de estar cercanos a ellos y viviendo su día a día juntos.
       Tengo un encuentro con el catequista y algunos más, que por falta de tiempo propongo que sigamos la semana que viene, pues está a punto de anochecer y no quiero pasar el puente del agujero de noche, no sea que entre en el hoyo.
       Esto me permite estar en Tikonko a la hora de rezar el rosario. Hoy lo hacemos en casa del catequista y la mayoría están con catarro… La última lluvia les pilló de camino a casa y ahora pagan las consecuencias. Y para finalizar, vamos como ya hemos hecho otras veces a rezar un momento a casa de Thomas, cuya mujer es musulmana, pero con quien hemos comenzado a rezar en casa, para que acaben rezando juntos.
        Llego a casa y no hay luz, por lo que la cena es con la linterna y después me echo un rato en espera de que la luz venga. Hacia media noche la luz se hace presente y aprovecho para ver las noticias y escribir la crónica.

        Hace poco más de tres semanas que llegué y ya me parece un largo periodo de tiempo que llevo por aquí. Las experiencias vividas son muchas y el tiempo se pasa rápido. Espero que tenga fuerzas para seguir en la brecha y caminar al lado de esta gente tan extraordinaria con la que me ha tocado vivir y que podamos seguir soñando con Don Bosco en hacer algo bueno y grande para ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario