Estamos a medias con la luz, pues viene y se va. En la misa utilizo la
linterna cuando me hace falta, pues ya he aprendido a tenerla a mano.
Los del trabajo del pozo siguen con su labor y hoy han encontrado agua
abundante y les ha llevado mucho tiempo vaciar la que salía. Al mismo tiempo me
han llamado que venían otros dos equipos para comenzar el trabajo en otros dos
pozos, uno en nuestro terreno en Towama y el otro en una escuela en un pueblo
donde no tienen agua. Les he acompañado a los sitios y les he visto dispuestos
al trabajo.
Por la tarde, como cada jueves, voy a Mattru y en un momento Samuel me
llama y me recuerda que hay adoración y no hay cura, por lo que vengo cuanto
antes y hago la exposición. Hay un buen número de gente, pero sobre todo
mujeres. Les digo que espera que también los ahombres se apunten. Y alguna me
dice que son viudas la mayoría de las que vienen. Por lo menos se percibe un
grupo unido y al que hay que acompañar, pero que promete.
Joseph sigue en Lungi donde tiene una reunión con la comunidad salesiana
y espera venir con el vehículo del contenedor.
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