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domingo, 7 de febrero de 2016

7 de Febrero de 2016

Es domingo y toca madrugar, cosa que hago con gusto, pues es la forma de estar con la gente en los pueblos y a la hora de rezar es una experiencia increíble el ver con qué fe lo hacen,
En Nagoyon no hay tanta gente como otras veces, pero sí un nutrido grupo. Les sigue costando llegar porque es temprano, pero al final ahí están los que suelen venir regularmente y hoy la llamada vocacional está presente y les hago ver que es algo que tenemos que intensificar.
En Tikonko las cosas están un poco mejor, pues ha habido una ceremonia tradicional en un barrio y a pesar de que mucha gente ha pasado la noche allí, por lo menos los hay que han venido a la iglesia a rezar y son numerosos. Hoy estaban el jefe y su esposa que acaba de venir del viaje que hizo a visitar a su hija en Londres.
En Towama hay menos gente y es que hay una celebración de jóvenes en una parroquia en la ciudad y han ido a participar, algo que suelen hacer de forma regular cada vez que hay una fiesta así.
Y hoy, después del tercer pueblo, aparezco en el cuarto y están presentes en buen número, aunque la realidad es que hay una misa por un difunto y hay gente de fuera. Echo en falta a los niños y jóvenes, pues la mayoría son gente mayor. Por lo menos la experiencia ha sido positiva  y la gente estaba contenta.
Ya nos hemos puesto de acuerdo para la ceremonia del miércoles y trataré de hacerme presente de nuevo en los cuatro pueblos y a ver si así las cosas van cuajando  y puedo tener una presencia regular en todos los pueblos cada semana y para la oración del domingo.
Cuando llego a casa me esperan los salesianos que ya han comido, pero hablamos un rato y compartimos las experiencias. Aquí en la parroquia la gente viene numerosa y hoy ha habido una ceremonia de recibimiento al cura con regalos y ofrendas numerosos.
Por la tarde, después de dormir un rato la siesta planeamos ira a visitar al jefe de uno de los pueblos, pero llaman las monjas clarisas que van a venir a recoger las cosas que tienen del contenedor y me quedo esperando su visita, que es breve, pero efectiva, pues se llevan, además de lo suyo, unos cuantos paquetes que les pueden servir en el dispensario que tienen.

Estamos sin luz. Encendemos el generador durante la cena y después viene la luz y aprovecho para hacer trabajos en el ordenador y poner el correo al día.

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