Seguimos sin luz y en misa con el generador y también la gente sigue
viniendo numerosa y nosotros tratando de estar con ellos y familiarizarnos cada
vez más con los que vienen.
Hay una misa a las diez en la que se bautizan unos cuantos catecúmenos en
edad escolar y también primeras comuniones. De ello se encarga el párroco,
mientras yo me dedico a hacer unas cuantas cosas en la casa tratando de que
recupere el aspecto que tenía antes de llegar el contenedor.
Por la tarde voy a la reunión de las parejas y estamos un poco en cuadro,
pues hay varios que no han venido y todos tienen sus motivos, pero a mal tiempo
buena casa y a seguir, que vale más la sonrisa de quien se siente feliz que
preocuparse de otros asuntos.
Después de cenar voy a un pueblo donde hay una vigilia por alguien que
hace un mes que ha muerto. Es algo que aquí se usa mucho y se reúne mucha gente
y te permite ver y conocer el ambiente y lo que hacen en la
tradición.
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