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viernes, 3 de febrero de 2017

3 de Febrero de 2017

Viernes

Seguimos a oscuras para la levata y la oración. A la hora de la misa el generador hace su trabajo y nos permite estar iluminados. Al salir de la misa nos encontramos con una señora joven con síntomas raros, que tiene la cara ensangrentada y, después de varias alternativas resuelve que quiere volver a su casa y lo hará en una moto-taxi, pues no quiere entrar en nuestro vehículo. Desarreglos causados quizás por ingesta de estupefacientes…

Voy a decir misa a Madonna para los alumnos de la escuela, que me han dicho que suelen tener misa cada mes. Me sorprende la cantidad de críos que pueden venir, más de mil, lo que hace que la iglesia esté llena. Después de la misa me invita la directora de la guardería a hacerles una visita, lo que hago encantado. Se ve a los críos contentos y en buen ambiente y les felicito por el trabajo que hacen. A continuación me voy al edificio de en frente y visito la escuela primaria, sólo de chicas. Saludo a las alumnas clase por clase y, como me encuentro cansado, no sigo adelante con la escuela secundaria, la dejamos para la próxima.

En casa tenemos la luz del generador del centro de pastoral y me conecto y hablo un rato con Ángel Miranda, que quiere establecer un programa de compartir entre alumnos de Urnieta y otros de algún colegio de África. Después de hablar un rato, le oriento hacia nuestro colegio de Cinkasse´, que conozco y creo que es la respuesta a los que buscan.

Después de comer y un poco de siesta, salgo hacia los pueblos. Me paro a echar carburante en la gasolinera cerca del mercado y en el camino seguimos con la tónica de siempre: Pasajeros que hacen el camino a pie. Y lo interesante es ver por el retrovisor la sonrisa que cada uno presenta en el momento de montar, lo que me hace ver lo importante que es el compartir lo que tienes, en este caso, el vehículo.

En Cassama visito lo primero los huertos que están haciendo. Veo que las cosas van evolucionando. Me dicen que hoy hay una ceremonia tradicional para las mujeres y que quizás no vengan a la reunión, pero la realidad es que vienen unas cuantas y aprovecho para felicitarlas por su presencia y porque están demostrando que saben estar a la altura de la situación y a la vez que participan en lo tradicional, también siguen el encuentro con Jesús, que es cada vez más importante para los que nos reunimos.

Tenemos un rato de discusión abierta sobre diferentes cosas y veo que cada vez más, hay gente que se encuentra a gusto en la oración y sobre todo cuando lo hacen en pareja. Hay diversas intervenciones y les hago ver que todavía no veo que se hayan compenetrado como para ser uno… Y les hago este comentario porque me han hablado de que quieren casarse por la Iglesia, algo que me parece prematuro. Si ni siquiera tienen el dinero en común… Me parece que aún tienen que dedicarle tiempo a prepararse más en serio. Por lo menos veo positivo lo que me dicen y también que aceptan mi presencia que no he venido para convertir al personal, sino para mostrarles una nueva forma de vivir la relación entre las parejas y creo que aún tienen bastantes cosas para aprender. Seguiremos con el tema.

En Gbalehun la gente tarda en venir y hay muy pocos adultos, además de que los maestros han ido a otro pueblo. Paciencia y a animar a los críos a que sean sal y luz como nos dice el evangelio del domingo. Por lo menos puedo comprar un par de sacos de carbón para el cocinero que aquí son a buen precio.

Volver a casa es bastante más corto que antes y hoy ha sido con gente de muchos sitios, y contento de realizar este servicio de ida y vuelta. Siempre ver la sonrisa de quien monta, es un aliciente para el servicio que les haces.

Estamos sin luz. Ceno solo y me conecto y a un momento dado la luz nos viene, lo que me permite aprovechar para trabajar en el ordenador.




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